Esta foto me encanta. La hice este verano cuando fui con mi familia a Amsterdam. De todos es sabido que Amsterdam es una ciudad sin límites, alocada y donde te puedes encontrar cualquier cosa a cualquier hora del día. Sin embargo, fuera de ese ajetreado centro plagado de turistas y de bicicletas, todo hay que decirlo, se encuentra una ciudad tranquila con una gran vida hogareña. Madres e hijos circulan por las calles (como no, en bici), las tiendas de souvenirs se cambian por elegantes tiendas y las casas, rodeadas de canales, se vuelven más selectas.
Pero ya que vas a Holanda, no puedes no acercarte a los pueblos pesqueros cercanos a la capital, son un mundo aparte que conocer. Tampoco nos podemos olvidar de lo típico: tulipanes, queso y molinos. Dado que fuimos a finales de agosto…campos de tulipanes pocos. Mi gran ilusión era ver los molinos holandeses, y estuve todo el viaje esperando encontrarme con una de esas típicas imágenes de postal (no creáis que fue fácil verlos, aunque en cuanto ves uno, vienen los demás todos seguidos). Sin embargo, esta foto que os dejo creo que es más bonita.
La foto está hecha desde lo alto de uno de esos molinos. El día que tuvimos fue extraordinariamente bueno, y el cielo que se quedó es precioso. La imagen me transmite tranquilidad y las nubes, me encantan. Parecen pinceladas.
El pueblo más de cerca.
Espero que os haya gustado, y os recomiendo la visita!
P.D.: Si marcáis la foto se ve más grande.
Con lo que me gusta ese país, su arte y sus tulipanes y no he ido todavía. Tendré que ponerle remedio. Todavía con más empeño después de ver tus fotos.
ResponderEliminar