A esta fotografía le tengo un especial cariño, no tanto por el infinito cariño que le tengo a la persona que sale en la foto (noña a mucha honra) si no por todo lo que me transmite.
Esta foto fue tomada el año pasado durante un viaje de curso a Cartagena, junto al puerto en uno de los muchos descansos que teníamos.
Viendo esta instantánea todavía puedo recordar el frío que nos calaba los huesos y ese viento que alborotaba nuestros cabellos. Puede que os parezca una tontería, pero puedo sentir el momento que representa y la felicidad que transmite ese pequeño instante. Los detalles son increíblemente deliciosos!
guapa! :)
ResponderEliminarmuy bonita! alba sale guapisima
ResponderEliminarAdemás, de mano para la fotografía, en este caso, el viento jugó también a tu favor. Los ojos son una preciosidad (que lo sepa la dueña). Y no sólo ellos, la mirada es... lo dice todo. A mí siempre me gustó hacer retratos. Ah, y no entendí lo que pone entre paréntesis.
ResponderEliminarLo que pone entre paréntesis es como suele llamarme ella (se podría decir que es un chiste privado).
ResponderEliminarDesde luego que he encontrado el gusto a hacer retratos!