domingo, 4 de diciembre de 2011

Leonardo da Vinci, el genio

Ayer me enteré que hace nada se había inaugurado una exposición innédita en España, concretamente en Madrid, en la que se exponían muchas de las obras que inventó el genio Leonardo da Vinci.


Siempre hemos sabido que Leonardo da Vinci, además de la pintura, había dedicado su vida a la arquitectura, a la poesía y como mucho a la música. Sin embargo, 6 siglos después, todavía no tenemos constancia de todo lo que realmente aportó a la Humanidad: el diseño de instrumentos musicales, la invención de puentes colgantes, la ideación de ametralladoras y cañones. Creó obras de belleza deslumbrante y al mismo tiempo, concibió terroríficas armas de guerra que traerían muerte y destrucción. Diseñó formas de llegar hasta el fondo del mar. Inventó máquinas de vuelo 400 años antes de que el hombre conquistase los cielos.

La primera sala es solo el inicio de un viaje que nos ayuda a conocer mejor a este matemático, ingeniero, arquitecto e inventor que fue Da Vinci, además de pintor, escultor y músico.

Los otros espacios nos muestran todas sus facetas: su fascinación por el agua (inventó la primera escafandra e hizo proyectos para encauzar ríos), su fascinación por la ingeniería militar pese a ser pacifista (diseñó carros blindados y submarinos), por la música (inventó la flauta doble y el piano portátil), por el deseo de tomar el cielo (fue el precursor de lo que ahora conocemos como aviones, dejando como legado el paracaídas), quiso dominar la anatomía humana y para ello hizo dibujos en su cuaderno, entre otras.



De su obra más conocida, la Monna Lisa, dedica todo un espacio, con varias fotografías a gran calidad que permiten observar detalles antes imperceptibles por el ojo humano.


En cuanto a La última cena, en febrero se expondrá la copia realizada por su discípulo Giampetrino, hasta entonces, la exposición cuenta con una proyección de más de ocho metros donde se explica con todo lujo de detalle el proceso de creación del artista desde los inicios de la obra, en el convento dominico Santa María delle Grazie.


Finalmente, la exposición cuenta con un conjunto de códices escritos a mano por el artista, de los que destacamos el hecho de que escribía de derecha a izquierda, puesto que era zurdo y de ese modo la tinta que se utilizaba en la época no se le esparcía.


Sin embargo, lo que a mí personalmente más me ha llamado la atención de la exposición, son los dibujos que hizo, de cada una de las ciencias que estudió. En ellos se percibe el deseo de crear o idear cosas que con los mecanismos que había en la época no se podían llevar a cabo, sin embargo, él las dibuja con todo lujo de detalles.

                                              



Así que chicos, si este puente lo vais a pasar en la capital, pasaros por la exposición de este genio, será cuanto menos impresionante y muy instructiva!

1 comentario:

  1. Era un hombre del Renacimiento: un genio. Celebro que hayas descubierto las numerosas facetas de su obra.

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